sábado, 8 de mayo de 2010

Si supieras...

¡Si tú supieras que ese
gran sollozo que estrechas
en tus brazos, que esa
lágrima que tú secas
besándola,
vienen de ti, son tú,
dolor de ti hecho lágrimas
mías, sollozos míos!
Entonces
ya no preguntarías
al pasado, a los cielos,
a la frente, a las cartas,
qué tengo, por qué sufro.
Y toda silenciosa,
con ese gran silencio
de la luz y el saber,
me besarías más,
y desoladamente.
Con la desolación
del que no tiene al lado
otro ser, un dolor
ajeno; del que está
solo ya con su pena.

Pedro Salinas

martes, 4 de mayo de 2010

Carmen alla Bolognese


Bologna, la rossa. Tanto por el color de sus paredes como por su tradición comunista. Puede dar la sensación de ser roja, pero en realidad es anaranjada, granate, cereza, sanguinolenta, dorada, fucsia...esta falta de uniformidad le proporciona una belleza comparable a la romana.
Pese a personajes como el de la foto, las gentes aún creen que altro mondo è possibile. Lástima que yo casi haya perdido esa esperanza, y me tenga que conformar con un caramelo de vez en cuando, o un helado de fresa y limón en via Castiglione, o de una simple ensalada de tomate y olivas negras y unos spaghetti al pesto.





Carmen alla Fiorentina



Di por finalizada la crisis de los 30 mi última noche con 29: el jueves 29 de abril, a medianoche, sobre el Ponte Vecchio, nos paramos a escuchar a un cantante callejero que improvisaba al paso de los transeúntes, deseándonos a todos las buenas noches. No puedo recordar exactamente cuales fueron sus palabras, pero vinieron a decir buona notte a quelli che ci sono accorti che bisogna iniziare a vivere y luego alguna cazzata sobre las alas de una farfalla.
Empezar a vivir, dejar que la felicidad sea un panino de melanzana e mozzarella al sol, que cierto que estar en Firenze ayuda, pero por favor no lo olvidemos cuando llueva.