domingo, 21 de noviembre de 2010

How would you like your eggs?

Escribo desde el aeropuerto internacional de San Diego.

Una semana en EEUU para eliminar mis prejuicios sobre este país y aprender que me gustan los huevos over-easy para desayunar.

Como me quedan 30 horas para llegar a mi minicasa de Barcelona, tengo tiempo de sobra entre vuelos y transbordos para digerir el exceso de colesterol que he ingerido estos días y, más importante aún, la experiencia de recorrer cientos de millas por California, Arizona y Nevada, y el estudio geográfico-antropológico que conlleva. Amplio resumen y material gráfico cuando supere el jet lag.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

En la frontera con goteras...

...tras trasladarme ayer a mi minipiso entre el barrio del Raval y la gente normal*.

Dejé atrás mi habitación de dos metros cuadrados con bedbugs en una casa de dos plantas con jardín y buena compañía en la calle del Edén, y los 20 minutos en bicicleta entre el verde de los árboles ingleses, por un mes en casa que reafirmó mi impresión previa de que que la labor del ama de casa está todo menos infravalorada (sin entrar en que quizá no es lo mismo dedicarse a ello un mes que treinta años)...y tras el más que breve periodo de solaz, relajación extrema y negación de la realidad, durante el cual tanto mi other half como yo disfrutamos sobremanera de huevos fritos y chuletas a lo que dé, ojalá la vida consistiera en eso...comienzo una vida nueva en una habitación de treinta metros cuadrados para mí misma (eso sí, el baño al menos está separado del resto, y pago casi el triple de alquiler) entre el rojo y verde de los semáforos y la actividad frenética en una ciudad que parece que no pare nunca.
De momento, dos días después de empezar mi segunda estancia postdoctoral me da la impresión de que me comporto como si estuviera de vuelta de todo, como si tuviera los cojones pelados a base de lidiar con jefes de diverso pelaje y procedencia...pero ¡ay!, angelita, cállate ya que pareces uno de esos abuelos que se empeñan en recordarte que cuando tú vas ellos ya han vuelto porque fueron a la guerra y volvieron, me da por pensar la enésima vez que no puedo evitar contestar con un eso es así en todas partes o un es que los científicos somos unos frikazos de los cojones cuando mis nuevos compañeros, de lejos más afables y simpáticos, o mejor dejémoslo en mediterráneos e intentemos no ofender, que la mayoría de los inmediatamente anteriores, me comentan las particularidades del sitio...cállate, Mari Carmen, leches, que te van a coger manía y aún no has empezado a hacer esas de las que no te das cuenta...
Y de momento, pese a la visita del papa (de momento, sin WC portátiles a la vista, que a gusto se está lejos de la sagrada familia), los viajes en tren se me hacen más agradables que el ryanair, aunque vistos los precios, no descarto volver a volar.

Y de momento, intento trabajar para que, esta vez, las goteras no se me hagan en el alma....

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*Pido disculpas por los ripios, no me he podido resistir. Anoche me trasladé, anoche tuve el primer desastre: goteras en el baño. Menos mal que la casera, que es el alterego de mi casera en Valencia, me lo ha solucionado, parece, ipso facto.