Y, por supuesto, el Colosseo, o anfiteatro Flavio, que como todo en Roma, esta bendito y dedicado, esta vez, a la Pasion de Jesus por haber sido escenario del martirio de tantos crsitianos. La foto, de nuevo por culpa del diluvio universal que nos cayo, no hace justicia, pero salir de la estacion de metro al atardecer y encontrarse con este emblematico edificio de frente, es una de las experiencias incomparables de estar en esta ciudad.
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