sábado, 5 de junio de 2010

Carmen vuelve a casa

Y venga a marear la perdiz, y venga a tomar decisiones con impulsividad y alevosía y sin tener en cuenta el futuro. Dieciocho meses, ese era el objetivo, 18. Cuando llegué, me engañé a mí misma diciéndome que tras los primeros seis la cosa mejoraría. Luego seguí la regla del año de mi amiga irlandesa que lleva más de 22 rodando por el mundo y, digo yo, sabrá de qué habla. Luego me volví a intentar convencer de que una vez llegado hasta aquí, podía aguantar un poquito más y acabar el supermegaartículo que se está gestando, parece que por una elefanta. Pero hasta aquí hemos llegado. No serán 18, serán 19, pero Carmen, rebozada por la lluvia y frita por las circunstancias, no da más de sí. En los últimos meses se nos ha embozado la fosa séptica, se me ha reventado la rueda de la bici, congelado los frenos repetidamente, me han picado los bedbugs, se nos ha roto el horno y la nevera y encima en la última visita a la peluquería, que ha de ser en Burjassot de toda la vida porque de las peluqueras inglesas no me fío, me han dejado flequillo de vasca.
Carmen lo siente, pero no da más de sí. No arriesgo salud física y mental por ser primera firmante o segunda de un artículo que no va a cambiar el mundo. Lástima que me pierda conocer a nuestra nueva estudiante, que llegará en octubre, una de esas savants eeuuenses que se saltan cursos y empiezan la universidad a los 14. Hasta en eso no soy Cambridge, demasiado cerebro me da cosa. Ya me di cuenta por enésima vez cuando me puse la toga en la cena formal con el Hombre Feliz de que esto no es para mí. Por primera vez en mi vida, entre fight o flight, elijo lo segundo. O mejor, por primera vez en mi vida, entre el corazón y la cabeza, elijo lo primero. Esperemos que el karma me siga acompañando.
Buenas noches, y buena suerte...

4 comentarios:

  1. Joer, al final te vuelves, antes es tu salud mental. Y que me tenga que enterar de estas cosas por tu blog tiene delito. A ver si nos vemos antes de irme a Canadá

    ResponderEliminar
  2. Anónimo12:28 p. m.

    BIEN POR HELKET,AHI VAMOS CON UN PAR DE OVARIOS


    VUELVE CUANDO QUIERAS TU Y NO LOS DEMAS

    AQUI HACIENDO FUERZAS POR LAS BUENAS MUJERS

    ResponderEliminar
  3. No estoy de acuerdo. Cuando dices que entre fight o fligh eliges lo segundo, deberías darte cuenta de que la gente al final tiende a darle más importancia a lo que dice el cerebro en vez de escuchar el corazón y ser feliz. Tú has luchado, y además mucho, para estar donde estas, y sigues luchando para que el cerebro no tenga dominio de la situación.
    Estoy muy contenta de que hayas priorizado tu vida personal, tanto curro no puede caer en el olvido, y seguro que aqui te saldrán muchas oportunidades. Y tu corazón latirá con más fuerza, y podrás "fight" de verdad en un pais donde la ciencia es cosa de unos pocos.
    Y si no servimos para esto, ¿qué más da? no hipoteques tu felicidad por un puñado de monos, ellos nunca te lo van a agradecer...la gente que te rodea, sí...
    Amen hermana.

    ResponderEliminar
  4. Ja me va dir Amparito que te va pegar un puro de collons (sic). No se que dir. Sense dubte, val mes la salut mental que la ciència. Pero no caigues en l'error de Descartes: no es la primera vegada que tries amb el cor, sempre has triat i triaras amb el cor, tambe quan vas anar a Cambridge. Nomes has de tindre clar que et diu el teu cor, i que et dicten els cors dels altres i posar-ho tot en la balança.
    No te replanteges la teua dedicació a la ciencia per aço. No es culpa de la ciència que tu visques lluny de Cambridge. Ni la ciencia esta en Cambridge. La ciencia, com el art, no sempre esta d'acord amb la gent. Mira al pobre Van Gogh.
    He vist gent riure's de qui estudia el plaer del dolç i del sexe, i tanmateix es un tema apassionant. La gent tendeix a riure's del que no enten. No he publicat mai un Science i no se si ho aconseguire; mai han ficat el meu nom a la llista de notables de la meua escola. Al meu poble nomes me coneixen els veins i familiars, i ningu sap be el que faig (i per tant no saben valorar-ho). Pero no em preocupa. No es aixo el que em mou. La bellesa de la ciencia es prou per compensar-me. I que damunt em paguen (cada vegada menys) per explorar paisatges nous.

    Pensa-ho tranquilament i no et destroces. No cal. El temps passara i les aigües tornaran al riu. I sobre tot, no llances la tovallola: som massa pocs com per prescindir dels millors.

    Besets

    F

    ResponderEliminar