lunes, 22 de febrero de 2010

La arruga

Todos los de mi quinta con la misma historia: imagino que es cosa de la treintena empezar a buscarse los pliegues y las canas para corroborar que, aunque parezca increíble, ya no somos niños. Asunto especialmente grave para aquellos que, como yo, nunca han dejado la universidad para enfrentarse al mundo real. Pero nadie nos libra de enfrentarnos al espejo y que una pata de gallo incipiente nos salude junto con la legaña mañanera. La legaña se quita, la pata de gallo permanece. Y también la apatía absurda que nos invade (me decía el otro día una amiga que iba a intentar aplicarse algo así como change your chip, move your cheeks, espero que lo esté consiguiendo).
En mi caso, aunque canas no me han salido aún (que yo haya visto, claro) es bajar del avión en Stansted y acentuarse las dos arrugas verticales de mi entrecejo, y, a falta de grandes patas de gallo, aplastárseme la cresta cual gallina escaldada con cuatro pelos. (Es bajar del avión en Valencia, empezar a darme el aire y el sol mediterráneos, y alisárseme la frente y rizárseme la escasa melena, ¡increíble pero cierto!)

Entonces, como sé que el Hombre Feliz es más sabio que yo, y siempre me da sabios consejos, le pregunto si acaso ellos tienen algún rite of passage para los 30. No, los japoneses viven más que nosotros, y para ellos los 30 no son más que la edad en la que estás más ocupado y activo (壮室). Los 40 ya son otra cosa: la confusión empieza a desvanecerse (不惑). A los 50 empiezas a atisbar el sentido de tu existencia en este mundo (艾年). Y a los 60 vuelves a nacer, porque vuelves a vivir el año de tu animal y tu elemento (耳順).

Así que hagamos caso al Hombre Feliz y dejemos de darle vueltas al asunto: aún nos quedan nuestros buenos 20 años para empezar a comprender de qué va todo esto, para qué gastarse antes... Espero que el 2040 el Mono de Metal me encuentre con salud.

1 comentario:

  1. Anónimo8:03 a. m.

    lo de las arrugas no importa mucho

    es mejor con un poco de buen rollo

    y adem depende de los compys

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