martes, 11 de enero de 2011

On idiocy and imbecility


Os presento a cuatro de mis compañeros de piso: mi cabeza frenológica, la que compré en Portobello Market y los tres folletti que me regaló, perche mi portassero fortuna, el ínclito Dr Castellano, del que quizá os hable otro día.
La frenología fue muy popular en Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo XIX, y viene al caso porque por esa época, en 1866, apareció en este país An ethnic classification of idiocy, un ensayo de un médico que trabajaba en asilos de idiotas y parece que también ganaba su buen dinero cobrando por asistencia privada al margen de las instituciones. En este ensayo, el bueno del Dr John Langdon Down nos contaba que I have been able to find among the large number of idiots and imbeciles which came under my observation that a considerable portion can be fairly referred to one of the great divisions of the human family other than the class from which they have sprung. Down pensó que la culpa de la idiotez de estos pacientes la tenía la influencia degenerativa de la tuberculosis, que hacía que individuos de raza blanca regresaran a un estadio previo, menos evolucionado, hacia la raza inmediatamente inferior: The great Mongolian family has numerous representatives, and it is to this division I wish, in this paper, to call special attention. A very large number of congenital idiots are typical Mongols. También observó que unos pocos idiotas más severos pertenecían a razas incluso más degeneradas, a saber, los Etiopes. Pero con mucho lo que venció en popularidad fue el estudio de los Mongoloides*. 
Leí esta historia en un libro de Gould, pero ya que mis actividades profesionales, por una serie de acontecimientos desigualmente buscados y encontrados, me han puesto en contacto con el síndrome descrito por este médico inglés, he decidido documentarme más y descubrir si el buen hombre era tan racista como parece. Como era de esperar, no era más que un señor de su época, lo que no cuenta Gould es que incluso era progre para entonces. Down también escribe: These examples of the result of degeneracy among mankind appear to me to furnish some arguments in favour of the unity of the human species. Es decir, el género humano tiene un origen común: los no-blancos no son especies distintas, como sostenían otras mentes pensantes por aquel entonces, sólo son más idiotas. (Y aquí viene mi incorrección política) Ahora, vas y se lo cuentas a los chinos
Ni que decir tiene que la teoría empezó a tambalearse al descubrirse sujetos de raza negra que padecían el síndrome, y que contrariamente a como cabría esperar, no eran igual de listos que los mongoles, sus inmediatamente superiores según Down...
En 1959, Lejeune et al descubrieron la presencia de un cromosoma 21 extra en los individuos antes conocidos como idiotas mongoloides.
En 1966, afortunadamente, la OMS votó por inmensa mayoría el reemplazo del término "Idiotismo mongoloide" por el de "Síndrome de Down".
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*El término fue aceptado en general por la comunidad médica, a honrosa excepción de varios médicos escoceses que prefirieron embolsarse la descripción de estos pacientes como "Idiotas Kalmucos", en referencia a una etnia también procedente de Mongolia.

1 comentario:

  1. Los folleti me han traido gratos recuerdos.. respecto a los contenidos del post, prefiero no pronunciarme...

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